ANCASH
– BAHÍA DE CHIMBOTE
LEYENDA
La Isla Blanca es una pequeña isla del Perú ubicada
en el Océano Pacífico, en la Bahía de Chimbote (Departamento de Ancash). Su nombre se debe
al color blanco del guano de las aves que la visitan.
La isla está separada cerca de 600 m
del continente por la Bocana Chica, entrada norte a la bahía donde se eleva el
Cerro Chimbote o Cerro de la Juventud. Entre la isla y el cerro se ubica
también la más pequeña isla Farallón. Hacia el sur, 2,6 km la separan de la
isla Ferrol Primera, lo que constituye la abertura más ancha de la bahía
(Bocana Grande).
La isla se emplea recientemente como
destino turístico con botes y barcos que van desde la ciudad de Chimbote,
a 4 km de la isla.
LA
BAHÍA DE CHIMBOTE

Conocida
por los más antiguos “chimbotenos” como la Novia Durmiente; luce imponente,
radiante e imperturbable, arrullada por
el vaivén de las olas, la Isla Blanca, orgullo de propios y extraños que
visitan Chimbote (Áncash) y ven cuán sabía es la naturaleza, que bendijo este
puerto pesquero, con la más bella vista al mar.
En
ella, el azul de sus aguas contrastado con la pureza del blanco hacen de esta
isla un deleite para el ojo humano, es así como lo cuentan los más viejos
pescadores acostumbrados a sentarse en el ocaso a orillas del mar y observarla.
"Es una terapia recetada por el tiempo para no olvidar los años de
juventud".
La
Isla Blanca es parte de la bahía El Ferrol. Se trata de un enclave natural
privilegiado para la vida de aves guaneras como el pelícano, guanay, zarcillos,
albatros de patas azules y otras especies, que junto al mar son los escultores
de este fascinante islote y su peculiar superficie que mide 3 mil 200 metros de
largo por 920 de ancho.
Y aunque
esta especie de “nevado en medio del mar” carezca de vegetación, hoy es el refugio preferido de
aves y especies marinas que enriquecen sus playas, convirtiéndolas en un ideal
destino turístico, ubicada a solo 40 minutos en bote de Chimbote.
Ideal
para aquellas personas que buscan alejarse del ruido y bullicio de la ciudad, e
iniciar una aventura llena de misterio y aventura, donde la naturaleza ofrece
al hombre toda su magia y encanto.
Paradisíaco
lugar que es parte de un islote de la extensa bahía El Ferrol, donde otro de
los lugares mágicos que un turista o “chimbotero” no puede dejar de visitar son
las loberas ubicadas a 45 minutos en bote de la playa El Dorado en el distrito
de Nuevo Chimbote, provincia del Santa.
Aquí
se puede observar a una comunidad entera de lobos marinos, pertenecientes a la
raza Otárido o “lobo chusco”, que son
los más grandes de las costas peruanas, junto a otro miembro de la familia: el
lobo de mar, de dos pelos o “fino”.
Es
así que tras surfear la corriente y pequeños islotes, encallados entre las
rocas o al borde de un desfiladero, se puede observar al lobo macho que pesa
400 kilos. Tamaño que duplica a una hembra que se diferencia por una capa de
pelo castaño rojizo que forma una melena sobre el cuello.
Enormes
mamíferos que según los estudiosos científicos son polígonos y pueden tener de
20 a 25 hembras, los mismos que viven entre 15 y 20 años.
Años
que son usados para perdurar en el tiempo, así como lo hace la Novia Durmiente quien hasta hoy espera
imperturbable a su amado bajo la atenta mirada del pescador, quien con el sol
en su rostro espera que este nuevo día no se acabe.
La
Bahía de Chimbote, llamada también bahía El Ferrol, es una entrada del Océano
Pacífico en la costa norcentral del Perú. En ella se asienta la ciudad de
Chimbote.
La
Bahía de Chimbote es la mayor y segunda más meridional, tras la bahía de Santa,
de una serie de entradas del Océano Pacífico en la costa de las provincias de
Provincia de Casma y Santa en el Departamento de Ancash.
Conforma
una entrada del mar entre el Cerro de la Juventud o cerro Chimbote y la
península del Ferrol, cerrada el norte por la Isla Blanca y al sur por las
Islas Ferrol.
La
Bahía de Chimbote es un sitio importante y tradicional de pesca artesanal,
aunque en la última mitad del siglo XX comenzó a sufrir de contaminación
ambiental por parte del vertido de desechos indutriales de las fábricas de
harina de pescado. En la Bahía de Chimbote desemboca el río Lacramarca.

Haciendo la visita respectiva en plan de estudios encontramos a un grupo de jóvenes chimbotanos y entre ellos se encontraba un joven de la ciudad
de Lima nuestro gran amigo Ruben Rebatta, escultor de Arena.
Una bahía
es cuando el mar ingresa en una forma cóncava, pues si bien sabemos que es
litoral o recto, Chimbote se encuentra en una bahía, dicha bahía chimbotana no
solo tiene forma cóncava sino que se termina de cerrar con la isla blanca y también
con las islas el Ferrol con una hermosa península donde se encuentran las loberas,
así como Paracas nosotros también tenemos miles de lobos y así una infinidad de
formas hecha o creadas por Dios; también tenemos la bahía de Samanco.
Nuestra
bahía ha sido contaminada hace muchos años desde que se comenzó la pesca,
cuando empezaron a botar los desechos, petróleo, aceite y los desagües de las
casas el cual se dirige directamente al mar, estos malos actos contamina
nuestra bahía. Se podría decir que antes
nosotros como pobladores éramos ignorantes puesto que antes no existían leyes
ambientales, los pobladores decían que el mal olor que emitía Chimbote era símbolo
de dinero.
En la actualidad no podemos seguir así, las leyes ambientales ya existen pues las
fabricas ya no deben estar contaminando nuestra bahía puesto que está prohibido
según dichas leyes, los desagües de la viviendas no deber terminar en el mar
porque ya existen las plantas de tratamiento en todas las ciudades menos en la nuestra, esto nos da entender que
nuestras autoridades no hacen nada por la recuperación de la bahía chimbotana.
Este grupo “ES TIEMPO DE CAMBIAR CHIMBOTE”, van luchando hace ocho meses con sus propias posibilidades, tratan de hacer
algo para que la cuidad despierte.
- Una de sus actividades era hacer realizar esculturas de arena, la escultura que los encontramos realizando era la décima, a través de dichas esculturas buscan concientizar a las población para poder recuperar la bahía Chimbotana.
- El propósito es que los chimbotanos dejen de dar la espalda a la bahía, y empiecen hacer lo necesario para que haya menos contaminación en nuestra bahía.